Lo que comenzó como una mudanza para José Rafael Alvarado Ruiz y su esposa terminó en una confrontación con la FPL que les cortó la luz por un “despiste senil”. Ahora están buscando una instancia ante la cual apelar su caso.
Mi esposa y yo desde que llegamos a este país en el 2004 hemos sido clientes de Florida Power & Light Company (FPL) y desde ese momento tuvimos nuestra cuenta bajo la modalidad de cobro automático de la cuenta de cheques de mi esposa y nunca tuvimos problemas ni de pagos ni de cobros por FPL, hasta que por razones personales nos tuvimos que mudar y en ese ínterin que nos quedamos con la cuenta de la anterior casa y la nueva vivienda, no renovamos en el nuevo contrato la modalidad de cobro automatizado.
Hace dos meses por razones del despiste propio de la gente mayor, les enviamos un cheque de una cuenta que estaba desactivada y la computadora de FPL nos penalizó por un año a tener que pagar con dinero en efectivo en la oficina autorizada más cercana a nuestro domicilio. En estos días producto de nuestro despiste senil nos cortaron la luz y yo tratando de buscar una apelación a nuestra sanción, para que ellos vuelvan a cobrarse directamente de nuestra cuenta, que nunca les dio ningún problema me encontré con una burocracia telefónica, que se escuda tras las ordenes que da una computadora, con un poder similar al de Odisea del Espacio 2001, la película de Stanley Kubrick.
Debería haber como en toda sociedad democrática que se respete, una instancia de apelación en FPL a donde uno pueda ventilar las particularidades de su caso ante seres humanos descendientes de los antiguos homínidos, como los somos todos y no con anónimas voces que sólo obedecen a los designios de un ordenador electrónico.
José Rafael Alvarado Ruiz